JUEVES SANTO DE FERVOR CATÓLICO; FE Y HUMILDAD EN.MISA DE LAVATORIO DE PIES EN CRISTO REY

El fervor católico en la Parroquia se Cristo Rey se desbordó, teñida por los últimos morados. Dentro del templo, una atmósfera de recogimiento y solemnidad se entrelazaba con la esperanza.

Como cada año, la comunidad se reunió para vivir uno de los momentos más profundos del calendario litúrgico: la misa del Jueves Santo, que marca el inicio del Triduo Pascual.

No era una misa cualquiera. Era el día de la Última Cena, el momento en que Jesús partió el pan por primera vez y entregó su cuerpo en la Eucaristía.

También instituyó el orden sacerdotal y dejó un mensaje que aún resuena con fuerza entre los fieles: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”.

Pero fue otro gesto el que capturó la atención de todos: el lavatorio de los pies.

El presbítero de Cristo Rey, se arrodilló frente a doce personas de la comunidad y, con humildad, lavó sus pies, como lo hiciera Jesús con sus discípulos.

El silencio se apoderó del templo mientras cada uno recibía el agua tibia y el roce delicado de la toalla, en un acto cargado de simbolismo, ternura y servicio.

La misa continuó con cantos suaves y oraciones profundas, mientras algunos no podían evitar que una lágrima resbalara por sus mejillas.

La se compartió la emoción: “Este momento me toca el corazón cada año. El lavatorio de pies no solo es un ritual, es una invitación a vivir la fe con gestos concretos de amor”.

Al salir, los fieles guardaban silencio, caminando con pasos pausados, como si llevaran consigo algo sagrado..

Y enn el aire quedaba flotando ese eco de sencillez y entrega que, más allá del rito, se convierte en un estilo de vida.

En la Parroquia Cristo Rey, el Jueves Santo no fue solo un recuerdo de lo que hizo Jesús. Fue una vivencia. Un llamado. Una caricia para el alma.

Alejandro Daniel García Ferrel Alex Ferrel Alex Ferrel Noticias