✝️🕊 Q.E.P.D.🕊✝️ ¡ DIOS TE ENTREGAMOS LAS ALMAS DE NUESTROS HERMANOS EDNA Y JULIÁN✝️🕊👇

No había nada que pudiera equilatar el dolor y la angustia de varias familias. El templo de Nuestra Señora de Guadalupe estaba llena de un silencio abrumador, interrumpido solo por el murmullo bajo de las oraciones de quienes se dieron cita en el último adiós a Edna y Julián.
Los dos ataúdes, de color cafe con acabados cobrisos, delicadamente colocados frente al altar, eran el triste centro de una escena que nadie podría haber imaginado.
Uuna despedida tan temprana, tan dolorosa, que ni el amor de los seres queridos presentes podía suavizar la angustia palpable en cada rostro.
La tarde del martes fue testigo de un tributo que no lograba calmar el profundo vacíoo que dejó el trágico accidente que segó sus vidas tan inesperadamente. Edna y Julián, una pareja que compartía sueños, proyectos y una vida que parecía prometedora
Habían sido víctimas de un brutal impacto cuando un vehículo, conducido a gran velocidad y en condiciones irresponsables, los arrojó a la muerte el pasado domingo.
La escena del accidente, ocurrida en la avenida 6a y calle 2a norte, dejó una cicatriz no solo en las familias de las víctimas, sino en toda la comunidad de Delicias y la región se que está triste tarde se unió para rendir homenaje a quienes ya no estaban entre ellos.
En medio del dolor compartido, los amigos y familiares acompañaron los féretros hacia el panteón municipal.
El paso lento y solemne de la caravana de vehículos, seguida por un grupo de ciudadanos caminando en una manifestación de respeto y solidaridad, fue el reflejo de una sociedad rota por la tragedia, pero unida en su exigencia de justicia.
La mirada de los presentes reflejaba no solo el luto, sino también la esperanza de que el responsable, cuyo paradero aún es incierto, enfrente las consecuencias de sus actos.
A lo largo del día, las redes sociales se convirtieron en un grito colectivo por la verdad, un llamado a que las autoridades esclarezcan este hecho y lleven al culpable ante la justicia.
Mientras tanto, los testimonios de los familiares, como el doloroso pero firme relato del padre de Julián, resonaron en la memoria de todos. “Que pague por lo que hizo, que no quede impune”, dijo entre lágrimas, agradeciendo el apoyo de la comunidad.
La misa de cuerpo presente fue más que un acto religioso; fue un acto de memoria y un recordatorio de lo efímera que puede ser la vida.
Pero también fue un llamado a la esperanza y a la justicia. Porque, más allá del profundo pesar que envolvía a todos los presentes, había algo claro en el aire: la lucha por que no se olvide el nombre de Edna y Julián, por que no se olvide el dolor de un pueblo que, hoy más que nunca, se mantuvo firme y unido.
Q.E.P.D. EDNA Y JULIÁN EN LA ETERNIDAD