Dicen que una madre haría lo imposible por sus hijos, y Génesis es un claro ejemplo de ello.
Originaria de Venezuela, Génesis es una joven migrante de 28 años que enfrenta una dura batalla para brindarle una vida mejor a sus hijos.
Hace cuatro años, Génesis emigró de Venezuela a Colombia en busca de estabilidad. Durante un tiempo logró encontrarla, pero las condiciones también comenzaron a deteriorarse allí hasta el punto de que alimentar a sus dos hijos se volvió casi imposible. Fue entonces cuando tomó la difícil decisión de emprender el camino hacia el sueño americano.
Su travesía comenzó junto a su hijo menor, de tan solo 7 años. Consciente de los retos que enfrentarían, Génesis sabía que el futuro de su pequeño dependía de su valentía. Uno de los momentos más duros de su viaje fue atravesar la selva del Darién, donde pasaron cinco días sin una tienda de campaña y con una mochila que apenas contenía ropa, la mayoría de ella mojada.
“Han sido de las peores noches que he vivido. El frío era insoportable. Tenía que abrigar a mi niño con la poca ropa que estaba seca”, relata Génesis.
Tras superar la selva, Génesis llegó a México, pero el camino no se volvió más fácil.
“Tardé cuatro meses en llegar hasta aquí. Mis pies estaban llenos de ampollas de tanto caminar. Me levantaba a las 7 de la mañana y dejaba de caminar a las 6 de la tarde, cuando el sol se metía. Por la noche dormíamos al costado de la carretera, sobre cartones, esperando a que amaneciera para seguir”, recuerda.
En el trayecto también vivió la experiencia de viajar en “La Bestia”, un tren de carga que muchos migrantes utilizan para avanzar hacia el norte. “Fue uno de los mayores retos. Tenía que cuidar a mi hijo y asegurarme de que todo estuviera bien. Fue una experiencia difícil de creer”, confiesa.
Hoy, Génesis está en Ciudad Juárez con la esperanza de que su situación mejore. Sin embargo, le ha pasado de todo en el camino a la frontera: perdió sus documentos cuando le robaron su mochila, no tiene ropa suficiente y lucha día a día por alimentar a su hijo.
De lunes a viernes, de 9 de la mañana a 4 de la tarde, Génesis limpia parabrisas en los semáforos de Palacio de Mitla y Avenida de las Torres. Con cada gesto de ayuda busca reunir lo necesario para sobrevivir y seguir luchando por el futuro que tanto anhela para su pequeño.