Narra alumna calvario que padeció en la Normal de Saucillo; salió por problemas de salud que le ocasionaron
EL PUNTERO
Saucillo.- El portal informativo “El Puntero” compartió el relato de otra exalumna de nuevo ingreso de la Escuela Normal Rural “Ricardo Flores Magón”de Saucillo compartiendo el calvario que sufrió durante el tiempo que duró al interior de la institución a inicios de este ciclo antes de que se viera obligada a abandonar su sueño debido a los problemas de salud que el trato que recibió le ocasionaron y que afirma la hicieron requerir de tratamiento psiquiátrico.
La joven denuncia presuntos malos tratos, intimidación, acoso, amenazas, burlas, discriminación, propuestas deshonestas,… mismos que ya habría denunciado ante diferentes autoridades -la autoridad educativa no hizo nada y se limitó a tapar los hechos-. Cabe resaltar que cuando ocurrieron los hechos la joven era menor de edad.
A continuación el relato íntegro:
«Mi inicio en Saucillo fue como el de muchas chicas, sin un conocimiento claro de como se manejaban más allá del testimonio de varias egresadas que yo conocía pero como eran de varios años atrás estaba un poco sesgado debido a el tiempo.
En la «novatada» o «periodo de inducción» muchas chicas realmente no sabíamos exactamente que se hacía, así que simplemente seguíamos a las chicas de grados superiores que se mostraban bajo una fachada amable frente a nuestros padres, sin embargo a las 12 de la noche nos levantaron de nuestras camas golpeando agresivamente la puerta, nos gritaron que debíamos sacar nuestras pertenencias tales como: fotos de familiares, objetos de índole religiosa, desodorante, cremas, entre otras cosas que no recuerdo muy bien, todo esto siendo de una forma violenta y apresurada.
De ahí durante ese periodo se nos restringe el teléfono y se nos hizo firmar un documento a base de gritos y amenazas que en si no nos dejaron leer por nuestra cuenta, sin embargo resumiendo lo que se nos dijo que contenía el mismo a manera de paráfrasis » que dejábamos nuestro celular de manera voluntaria y que debíamos completar el periodo de inducción para poder formar parte y tener derecho a poder estudiar ahí», si bien se dice mucho cosas sobre maltrato físico en realidad se realizaban tareas de limpieza, servir comida, cosas que realmente hacen todas las alumnas como tal, con la única diferencia que era hacerlo todo el día con mucha dificultad y sin tiempo para asearnos, y a manera de queja podría comentar que no se me permitió en alguna ocasión por una alumna perteneciente a el comité de copi durante un círculo de estudio ir a el baño a cambiarme la toalla sanitaria.
Además que los primeros días no teníamos acceso al agua ya que «debíamos ganarnos ese derecho» y solo bebíamos agua durante las horas de comida por lo cual nosotras debíamos beber de el baño, tiempo después se nos hizo llegar agua por medio de un garrafón de agua que debíamos repartir para todas, por otra parte aún recuerdo con lujo de detalle los días ahí pasando por los pasillos con todas las de mi dormitorio llorando, con ataques de ansiedad y entre tantas escuchaba sus historias de por qué se encontraban ahí, madres que tenían hijos que mantener, chicas con enfermedades costosas que deseaban estudiar y no tenían recursos, y jovencitas de etnia que no tenían otro modo de salir adelante.
Por otra parte se nos sacaba a altas horas de la noche a circulo de estudio, donde se impartían temas para nuestro conocimiento, sin poder sentarnos en algunas ocasiones, con gritos, y por parte de algunos compañeros que venían de otras delegaciones solían gritar más fuerte, golpear en piso con palos e intimidarnos toda la noche, además de decirnos que la comida que se consumía ahí no nos pertenecía ni la merecíamos cómo alumnas de primero y que era únicamente de las alumnas mayores pero que ellas la compartían con nosotras, además que no merecíamos cosas como una cama o techo donde dormir y que seríamos una decepción para nuestros padres al irnos, para mí siendo tan solo una niña que recién había dejado su hogar con el sueño de ser una maestra y enseñar a niños me hizo sentir mal conmigo por sufrir demasiado ya que constante sufría intimidaciones.
Al pasar el periodo de inducción el ambiente era muy tóxico para mí y otras alumnas que teníamos obligaciones extra, el tener una presión tan grande yo solía llorar muy frecuentemente, por lo tanto algunas compañeras de diversos comités solían acercarse a mi para ganarse mi confianza, diciendo que «podría contar con su apoyo» y yo en ese entonces siendo menor de edad y tomando medicamento controlado constantemente era invitada a sus dormitorios cuando sus demás compañeras se encontraban fuera de el mismo.
También recibí ese trato por parte de compañeras de tercer y cuarto año, me sentía acosada y presionada para estar ahí. Muchas veces sufrí diversos ataques de ansiedad debido a todo lo anterior, cuando empecé a tener consideraciones debido a mi medicamento controlado mis compañeras de mí mismo año tenían la costumbre de esconder o tirar el mismo para «ver si realmente lo necesitaba» también durante la noche solían fijarse si realmente estaba dormida y se molestaban si iba a el baño por que las compañeras mayores las obligaban a seguir asistiendo a actividades en horas posteriores a las 10 o incluso llegaban a terminar hasta las 4 de la mañana diario.
Otra cosa que recuerdo claramente es que se nos obligaba a tratar a las de grados mayores con pleno respeto cuando ellas ni siquiera nos permitían mirarlas a los ojos, hablarles de tu, o incluso solían actuar de manera déspota rodando los ojos, por otra parte ellas solían también golpear las ventanas de nuestras habitación para asustarnos por la noche.
También era frecuente entre las compañeras ponerse de acuerdo para aislar a otras, en lo personal yo llegue a ver cómo incluso una compañera que usaba bastón era maltratada por su salón, como a chicas con condiciones con esclerosis se les presionaba por parte del salón para levantar cosas pesadas entre otras cosas más.
Yo vi como a una compañera que requería medicamento controlado perteneciente a mi salón le obligaron a no usar sus audífonos de cancelación de ruido y solían intimidarla debido a su condición ya que no podía escuchar ruidos fuentes, constantemente gritaban a propósito afuera de su habitación pero realmente no pude decir nada ya que la presión por parte del salón no dejaba tener una opinión diferente.
Por parte de el comité encargado de el ámbito de la salud yo fui llevada numerosas veces a enfermería por crisis de ansiedad donde recibía sin receta médica por parte de enfermería sedantes, pastillas que no me decían que eran, y entre las pocas que llegué a saber que eran tomé muchas veces en confianza de que me las daba una enfermera fueron Clonazepam y sertralina, dando como resultado llegar numerosas veces al hospital, fui canalizada al hospital de Saucillo y posteriormente ya que cada vez eran peor a Delicias, todo causado por mis compañeras que solían amenazarme con que si tenía las sanciones suficientes por no cumplir con todo lo que me hacían me expulsarían o que yo era un lastre para mí salón debido a mi condición, además recibiendo comentarios como «que fingía mi condición».
Simplemente todo ese ambiente me hizo desear muchas veces abandonar todo debido a toda la presión que sufrí ya que yo solo quería ser una maestra, sin dudas la experiencia en Saucillo apagó mis sueños debido a el autoritarismo, abusos y ambiente que fomentaban.
Por otra parte me gustaría adjuntar algunas pruebas del testimonio, que si bien no son muchas espero sean de utilidad:
A manera de contexto en dicha conversación que tuve con una alumna de un comité ella me estuvo presionando para dormir a solas con ella, de manera presencial estuvo insistiendo más con dormir a solas a sabiendas que yo no podía moverme por las noches y de no ser por otra compañera que me advirtió que las de tercero y cuarto solían acosar a las chicas de primero yo hubiera ido ya que ella se intentó ganar mi confianza en numerosas ocasiones aprovechándose de mi condición y a pesar de que yo le dije en numerosas ocasiones que no deseaba eso siguió insistiendo.
Este es uno de varios registros médicos que tengo, pero decidí añadirlo por qué en este especifica el daño tan fuerte que causó a mi salud mental el estar en saucillo tan solo un mes.
Tras el primer testimonio compartido ayer, este portal informativo recibió el relato de otra exalumna de nuevo ingreso de la Escuela Normal Rural «Ricardo Flores Magón» de Saucillo compartiendo el calvario que sufrió durante el tiempo que duró al interior de la institución a inicios de este ciclo antes de que se viera obligada a abandonar su sueño debido a los problemas de salud que el trato que recibió le ocasionaron y que afirma la hicieron requerir de tratamiento psiquiátrico. La joven denuncia presuntos malos tratos, intimidación, acoso, amenazas, burlas, discriminación, propuestas deshonestas,… mismos que ya habría denunciado ante diferentes autoridades -la autoridad educativa no hizo nada y se limitó a tapar los hechos-. Cabe resaltar que cuando ocurrieron los hechos la joven era menor de edad.
A continuación el relato íntegro:
«Mi inicio en Saucillo fue como el de muchas chicas, sin un conocimiento claro de como se manejaban más allá del testimonio de varias egresadas que yo conocía pero como eran de varios años atrás estaba un poco sesgado debido a el tiempo.
En la «novatada» o «periodo de inducción» muchas chicas realmente no sabíamos exactamente que se hacía, así que simplemente seguíamos a las chicas de grados superiores que se mostraban bajo una fachada amable frente a nuestros padres, sin embargo a las 12 de la noche nos levantaron de nuestras camas golpeando agresivamente la puerta, nos gritaron que debíamos sacar nuestras pertenencias tales como: fotos de familiares, objetos de índole religiosa, desodorante, cremas, entre otras cosas que no recuerdo muy bien, todo esto siendo de una forma violenta y apresurada.
De ahí durante ese periodo se nos restringe el teléfono y se nos hizo firmar un documento a base de gritos y amenazas que en si no nos dejaron leer por nuestra cuenta, sin embargo resumiendo lo que se nos dijo que contenía el mismo a manera de paráfrasis » que dejábamos nuestro celular de manera voluntaria y que debíamos completar el periodo de inducción para poder formar parte y tener derecho a poder estudiar ahí», si bien se dice mucho cosas sobre maltrato físico en realidad se realizaban tareas de limpieza, servir comida, cosas que realmente hacen todas las alumnas como tal, con la única diferencia que era hacerlo todo el día con mucha dificultad y sin tiempo para asearnos, y a manera de queja podría comentar que no se me permitió en alguna ocasión por una alumna perteneciente a el comité de copi durante un círculo de estudio ir a el baño a cambiarme la toalla sanitaria.
Además que los primeros días no teníamos acceso al agua ya que «debíamos ganarnos ese derecho» y solo bebíamos agua durante las horas de comida por lo cual nosotras debíamos beber de el baño, tiempo después se nos hizo llegar agua por medio de un garrafón de agua que debíamos repartir para todas, por otra parte aún recuerdo con lujo de detalle los días ahí pasando por los pasillos con todas las de mi dormitorio llorando, con ataques de ansiedad y entre tantas escuchaba sus historias de por qué se encontraban ahí, madres que tenían hijos que mantener, chicas con enfermedades costosas que deseaban estudiar y no tenían recursos, y jovencitas de etnia que no tenían otro modo de salir adelante.
Por otra parte se nos sacaba a altas horas de la noche a circulo de estudio, donde se impartían temas para nuestro conocimiento, sin poder sentarnos en algunas ocasiones, con gritos, y por parte de algunos compañeros que venían de otras delegaciones solían gritar más fuerte, golpear en piso con palos e intimidarnos toda la noche, además de decirnos que la comida que se consumía ahí no nos pertenecía ni la merecíamos cómo alumnas de primero y que era únicamente de las alumnas mayores pero que ellas la compartían con nosotras, además que no merecíamos cosas como una cama o techo donde dormir y que seríamos una decepción para nuestros padres al irnos, para mí siendo tan solo una niña que recién había dejado su hogar con el sueño de ser una maestra y enseñar a niños me hizo sentir mal conmigo por sufrir demasiado ya que constante sufría intimidaciones.
Al pasar el periodo de inducción el ambiente era muy tóxico para mí y otras alumnas que teníamos obligaciones extra, el tener una presión tan grande yo solía llorar muy frecuentemente, por lo tanto algunas compañeras de diversos comités solían acercarse a mi para ganarse mi confianza, diciendo que «podría contar con su apoyo» y yo en ese entonces siendo menor de edad y tomando medicamento controlado constantemente era invitada a sus dormitorios cuando sus demás compañeras se encontraban fuera de el mismo.
También recibí ese trato por parte de compañeras de tercer y cuarto año, me sentía acosada y presionada para estar ahí. Muchas veces sufrí diversos ataques de ansiedad debido a todo lo anterior, cuando empecé a tener consideraciones debido a mi medicamento controlado mis compañeras de mí mismo año tenían la costumbre de esconder o tirar el mismo para «ver si realmente lo necesitaba» también durante la noche solían fijarse si realmente estaba dormida y se molestaban si iba a el baño por que las compañeras mayores las obligaban a seguir asistiendo a actividades en horas posteriores a las 10 o incluso llegaban a terminar hasta las 4 de la mañana diario.
Otra cosa que recuerdo claramente es que se nos obligaba a tratar a las de grados mayores con pleno respeto cuando ellas ni siquiera nos permitían mirarlas a los ojos, hablarles de tu, o incluso solían actuar de manera déspota rodando los ojos, por otra parte ellas solían también golpear las ventanas de nuestras habitación para asustarnos por la noche.
También era frecuente entre las compañeras ponerse de acuerdo para aislar a otras, en lo personal yo llegue a ver cómo incluso una compañera que usaba bastón era maltratada por su salón, como a chicas con condiciones con esclerosis se les presionaba por parte del salón para levantar cosas pesadas entre otras cosas más.
Yo vi como a una compañera que requería medicamento controlado perteneciente a mi salón le obligaron a no usar sus audífonos de cancelación de ruido y solían intimidarla debido a su condición ya que no podía escuchar ruidos fuentes, constantemente gritaban a propósito afuera de su habitación pero realmente no pude decir nada ya que la presión por parte del salón no dejaba tener una opinión diferente.
Por parte de el comité encargado de el ámbito de la salud yo fui llevada numerosas veces a enfermería por crisis de ansiedad donde recibía sin receta médica por parte de enfermería sedantes, pastillas que no me decían que eran, y entre las pocas que llegué a saber que eran tomé muchas veces en confianza de que me las daba una enfermera fueron Clonazepam y sertralina, dando como resultado llegar numerosas veces al hospital, fui canalizada al hospital de Saucillo y posteriormente ya que cada vez eran peor a Delicias, todo causado por mis compañeras que solían amenazarme con que si tenía las sanciones suficientes por no cumplir con todo lo que me hacían me expulsarían o que yo era un lastre para mí salón debido a mi condición, además recibiendo comentarios como «que fingía mi condición».
Simplemente todo ese ambiente me hizo desear muchas veces abandonar todo debido a toda la presión que sufrí ya que yo solo quería ser una maestra, sin dudas la experiencia en Saucillo apagó mis sueños debido a el autoritarismo, abusos y ambiente que fomentaban.
Por otra parte me gustaría adjuntar algunas pruebas del testimonio, que si bien no son muchas espero sean de utilidad:
A manera de contexto en dicha conversación que tuve con una alumna de un comité ella me estuvo presionando para dormir a solas con ella, de manera presencial estuvo insistiendo más con dormir a solas a sabiendas que yo no podía moverme por las noches y de no ser por otra compañera que me advirtió que las de tercero y cuarto solían acosar a las chicas de primero yo hubiera ido ya que ella se intentó ganar mi confianza en numerosas ocasiones aprovechándose de mi condición y a pesar de que yo le dije en numerosas ocasiones que no deseaba eso siguió insistiendo.
Este es uno de varios registros médicos que tengo, pero decidí añadirlo por qué en este especifica el daño tan fuerte que causó a mi salud mental el estar en saucillo tan solo un mes.
Además adjunto este documento que narra una ocasión en donde tuve una crisis de ansiedad provocada por la presión que se ejercía sobre mi en dónde mis compañeras me amenazaban en tener que hacerles los trabajos de lo académico debido a que por mi medicamento se me permitió dormir más que a ellas, y posteriormente a horas más tardes de mi toque de queda se me obligó a realizar una actividad junto a demás compañeras hasta desmayarme debido a amenazas por no poder realizar un número de una rúbrica de baile de una actividad, todo esto pasando a las 11 de la noche estando yo bajo tratamiento psiquiátrico, para el día siguiente tener una crisis provocada por el enfrentamiento de las compañeras en mi contra debido a la presión ejercida por los comités.
Dando como resultado que tuve un ataque de ansiedad muy fuerte donde perdí parte el conocimiento, función de movimiento y tuve que ser trasladada en silla de ruedas al hospital, inyectada en dos ocasiones con sedantes fuertes y luego al no poder darme algo más fuerte en Saucillo me llevaron a delicias en la ambulancia para atenderme en donde me volvieron a inyectar varias veces hasta dejarme ligeramente tranquila a pesar de que su intención era dormirme definitivamente por el estado en el que me vieron.
Después de aquel incidente aún recuerdo cómo mis compañeras de salón hacían burla a mi situación de salud e incluso a pesar de la aparente “solidaridad” que se busca fomentar más bien podría describir el ambiente como tóxico y destructivo, me deja en duda quienes serán las próximas educadoras, ya que llegue a ver chicas teniendo convulsiones, desmayadas y en condiciones deplorables y todo esto da pie a que mis compañeras de grados mayores solían contar como “a ellas les había ido pero” y cosas como las autolesiones eran cosas común durante los círculos de estudio para no quedarse dormidas, yo en lo personal llegué a hacerlo por consejo de una alumna integrante de copi durante el periodo de inducción, que solía decir que ella incluso se lastimaba para no quedarse dormida por miedo a que sancionen a su grupo.
Por otra parte yo teniendo diversos desmayos por hambre al no tener tiempo de comer por cumplir las obligaciones, cansancio y estrés recuerdo que en enfermería solían decir que fingía, a pesar de que cuando yo consultaba médicos externos a la institución me decían que todo se debía a el estrés de el ambiente, también recuerdo mucho que los médicos de la unidad de el IMSS de Saucillo solían decirme que yo no era ni la primera ni la última que iba ahí y que eran muy frecuentes los casos de chicas que terminaban mal por estar ahí y el consejo de al menos 4 doctores y enfermeras de salir de ahí, por otra parte y anudado a todo lo anterior recuerdo mucho como mi Psiquiatra me dijo que él solía tener muchas pacientes pertenecientes a la normal de Ricardo flores Magón debido a el ambiente tenso que se genera.
Además con todo lo anterior me gustaría comentar que a pesar de todo me parece que el mensaje y todo lo que se trata de transmitir ya ha sido distorsionado a conveniencia de unos pocos y ha manipulado las mentes de chicas que solo tienen el sueño de ser Maestras de educación Preescolar y Primaria, con esto trato de decir que la formación política comunista que se imparte más allá de ser igualitaria y con conciencia se ha vuelto un autoritarismo y realmente se ha perdido el mensaje ya que lo que pretendía ser un lugar donde todos ponen de su parte para el bien del normalismo rural se ha transicionado a jóvenes abusando de otras bajo el pretexto de causas de justicia social y conciencia de clases que realmente es solo una fachada falsa para replicar el abuso que ejercen y replican de sus agresoras anteriores creando a sus víctimas en agresoras para próximas generaciones.
Más allá de abrir las puertas para más mujeres con necesidad de estudiar creo que en la Normal de Saucillo se han roto las ganas de salir adelante de muchas chicas que en su tiempo tenían la necesidad de esos internados, debido a que se fomenta la idea de que se tiene que “ganar” los derechos humanos y se debe aceptar recibir maltratos y agresiones para ganarse el título de maestra.
Hago un llamado a las alumnas que han sido maltratadas y expulsadas por el Consejo Estudiantil a que expongan sus casos para exigir respeto a las alumnas que se ganan la beca. El documento de confidencialidad no tiene ninguna validez, que no tengan miedo de exponer su caso.»