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‘Chuky’ es de Honduras y Dilan de Cuernavaca. Ellos viven en una alcantarilla desde hace dos años, luego de conocerse en una “noche loca de copas”, y ahora se dedican a juntar y vender basura, barrer banquetas y lavar coches.
“He vivido en los anexos, he vivido en refugios, pero como adicto, pues siempre buscamos las oportunidades más fáciles y pues llegué a vivir en esta coladera hace aproximadamente como dos años”, señaló Dilan en entrevista para Vanguardia.
La alcantarilla que convirtieron en su hogar, a escasos metros de la presidencia municipal de Saltillo y el Congreso local, se encuentra lleno de cobijas, botes de cerveza, una botella de Tonayan, cobijas quemadas, restos de relleno de un sillón, un banco de plástico, un cable del que cuelga ropa, trozos de madera, restos de un ventilador y botellas de plástico.
A pesar de que el espacio que ocupan Dilan y “Chucky” está diseñado para encauzar el agua de lluvia hacia el sistema de alcantarillado, aseguran que lo han adaptado para que sea cómodo.
“Está cómodo adentro. Independientemente de que es una alcantarilla. Hay tres góndolas, tres espacios y cada espacio tiene su bunque, su cama. Tenemos agua, tenemos todos los servicios, tenemos luz. Salimos a recoger agua en los botes y luz porque con una extensión nos colgamos de la luz del vecino. No hay ratas como dicen porque mantenemos limpio”, expresó.
Dilan explicó que la distribución de su hogar es que en una primera góndola corre el agua, en la segunda viven ambos y en la tercera tienen sus cosas de valor, es decir sus cobijas y su ropa.
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Fotos | Vanguardia
