El asalto a una unidad de transporte público resultó en la muerte del asaltante a manos de los pasajeros.
Según los testimonios, el asaltante abordó el autobús con la intención de robar a los pasajeros, pero las personas que estaban a bordo de la unidad de transporte lograron detenerlo, produciendo un forcejeo, para después golpearlo y dispararle con su propia arma.
Los restos del asaltante quedaron en el interior del autobús, lo que llevó a los pasajeros a abandonar el vehículo. El conductor del autobús sufrió una crisis nerviosa como resultado de la situación. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México aseguró el vehículo para llevar a cabo las investigaciones correspondientes.
También se informa que tanto la Policía Municipal de Naucalpan como la Policía del Estado de México estuvieron presentes para colaborar en las investigaciones y acordonar la zona.
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